domingo, 19 de febrero de 2017

MARATON DE SEVILLA - 19 DE FEBRERO DE 2017

Llevo desde que terminó la maratón intentando trasmitir todo lo que siento, pero la verdad es, que no encuentro palabras. Creo que todavía no soy consciente de lo que conlleva este reto, tanto el solidariocomo el de haber atravesado la meta. Intentaré hacerlo lo mejor posible.




Cuando dieron el pistoletazo de salida y comenzé a correr, se me
saltaron un poco las lágrimas de la emoción de poder estar ahí, y de
pensar en todo lo que había trabajado para ello.


En esto, llegamos a la casa de la abuela de mis niños y todos los que
íbamos en el grupo comenzamos tararear a coro "ABUEEEELA,
ABUEEEEELAAA" con el fin de que Marcos y Jesús pudieran saludarla. Un momento único y muy divertido.


A medida que pasaban los kilómetros, además de la emoción de estar ahí, empecé a sentir los primeros rigores de una maratón. La planta del pié me quemaba del roce contínuo, así que paré, me puse vaselina para amortiguar la molestia y seguí.


Primer problema resuelto, todo iba muy bien; superé la media maratón, los primeros 21 Km., antes de las dos horas y media, un buen ritmo dentro de mis posibilidades.


Los medios de comunicación iban y venían en sus motos, en algunos
avituallamientos gritaban mi nombre y el de mis hijos dando ánimos,
había personas que pasaban en bici dándolo todo para animarnos. Daba un satisfacción tremenda escuchar los ánimos y sentir el calor de la gente, definitivamente me demostró que la repercusión había sido buena, era como la muestra real de que tenía el apoyo de la gente.




Llegando a la Avda. de la Palmera, en torno a los Km 28-30, comenzamos a observar en nuestro cuerpo el deterioro de la carrera, un bajón considerable comenzó a invadirme. Hasta este momento había llevado yo solo uno de los carros de los niños y mi cuerpo lo acusaba. Pero ¡quién tiene un amigo tiene un tesoro! y yo tenía muchos corriendo a mi lado. Así que, en un momento se desplegó toda la organización; se crearon dos grupos, uno se hizo cargo enseguida de los carros y el otro se ocupó, al momento, de mi asistencia, para que pudiera continuar sin problemas.


Cada minuto se hacía eterno, cada paso, cada respiración…… comenzaron los pensamientos negativos, pero gracias a la fuerza de voluntad y por supuesto, a los que me asistieron, conseguí superar el momento, los pensamientos positivos se impusieron a los malos y seguí. En parte quería parar, pero no me dejaron, me condujeron hasta llegar al avituallamiento que estaba justo antes de la Plaza de España, antes del km 35. Paramos, comimos, me dieron ánimos y retomamos nuevamente la carrera; no perdimos ni 20 segundos.


Pasamos la Plaza de España, llegamos al centro, Calle San Fernando, Avenida de la Constitución hasta llegar al Puente de la Barqueta, km 40. Solo dos kilómetos por delante y un nuevo bajón. Aquí ya no había opción ¡la meta estaba tan cerca! Seguimos hasta que en el km 41 nos detuvimos, tan solo 10 segundos, lo justo para retomar la carrera hasta el Estadio Olímpico, hasta la ansiada meta.


Justo antes de bajar el subterráneo para entrar en el Estadio, allí
estaban amigos nuestros, animando, aplaudiendo; inevitablemente se me volvieron a saltar las lágrimas. Y entramos, entramos en un estadio vacío, un estadio frío, desolador; pero, de pronto, todo comenzó a rugir, todas las personas que allí se encontraban gritaban
emocionadas, como si el Estadio estuviese lleno, pletórico.


Al llegar a la curva, antes de entrar en la línea recta, me coloqué en
medio de los dos carros, para entrar con los dos a la vez, para entrar
con Marcos y Jesús.


Esa recta, de la emoción de verla, se hacía larga, larga. No quería
que llegase, quería saborear ese momento inolvidable. Comencé a
emocionarme de nuevo y las lágrimas luchaban por sarlir.


¡¡¡¡¡¡¡Llegamos ¡!!!!!!!!! 5:35h. por la organización y 5:29h por
nuestro cronómetro.






Allí comenzamos a abrazarnos, a felicitarnos, a dar besos a mis niños, abrazos, fotos…. Cuando alcé la mirada vi a mi mujer, fui hacia ella y nos fundimos en un abrazo, un abrazo lleno de sentimientos, de emoción; las lágrimas, incontrolables. Ufff… me emociono nada más recordarlo. Los amigos chillando de alegría, todos saltando, los medios de comunicación haciendo sus instantáneas…. Ufff.. de verdad que fue impresionante.


Hoy, miércoles, 22 de febrero de 2017, sigo con agujetas, siento
acentuada la molestia del isquiotibial y el tobillo. Hoy, 22 de febrero de 2017, aún no he asimilado todo, estoy todavía en una nube, de la cual debo bajar pero de momento me voy a quedar un poco más.


¿Lo volvería a repetir? Sí, sin duda.


Antes de despedirme de ustedes, me gustaría agradecer a:


Carros de Fuego. Deporte adaptado a niños con diversidad..., les debo mucho, gran apoyo tanto emocional, logístico y de asesoramiento, me cedieron un carro para poder llevar a Marcos, los voluntarios excelentes, Gracias Luiki Gómez Peñalver, María Pajaro Blázquez y Victoria Abolafio


Deportemanía - Tu tienda de atletismo en Sevilla, por su aportación solidaria y confianza depositada en
nosotros y en nuestro reto, gracias Carlos, las camisetas fueron geniales.


Antelo Pablo (Club Deportivo Antelo), por todos los integrantes, por sus apoyos, aplausos, por la realización de su próximo proyecto nuestra asociación.


Agradecer a todos los integrantes de la comitiva que montamos, que fue excelente, Asun Hernández Sánchez, Carmen Granados Salas, Fco Javier Mata Jiménez, Jose Manuel Garcia Dominguez, Alberto Pérez Perdigón, Daniel Casado Ponce, Maria Toquero, Edu Villamor, Antonio, Francisco José y Marcos Madruga.


A los medios de comunicación, IMD Sevilla, Zurich Maratón de Sevilla, Europa Press, CanalSur Radio y Televisión, El Español y un largo etc..... por toda la difusión que han realizado.


A mis amigos, que vinieron a vernos, a animarnos, a aplaudirnos Nuria Pérez, Christoph Pampel, Paola Perez De La Torre, Jesús Carmona Luque, Asun, Jose Villalobos, Inma Garcia Alvarez, Francisco Vaquero, Marcos, Gonzalo, Rocio Repiso López, JuanPe Marín Tamajón, Francisco David Alvarez Barroso, Caridad Moriana Muñoz y tantos que vinieron que en estos momentos... es dificil recordad...... disculpadme 


Y en especial, agradecer a mi MAria Angeles Alonso Fernandez, mi amiga, mi confidente, mi apoyo, ella sufrió todos mis entrenos, todas mis salidas, todas las carreras de preparación, todas las preocupaciones por salir tarde, por las noches, a entrenar.


A mis dos tesoros, a mis preciosos hijos, ellos son mi fuerza, mi ánimo, mi ser, sin ellos, sin su apoyo, este reto, no se hubiera realizado tal y como se hizo. 









¡¡¡¡ A TODOS GRACIAS !!!!

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